La dinámica de los dos grupos que se disputan el poder en la 'Casa 11' de Guadalix no pudo quedar mejor retratada que la madrugada del miércoles.Toscano, Saray, Indhira, Hans y Arturo hablaban sobre lo humano y lo divino, se conocían; mientras, Juan, Nagore, Tatiana y Melanie pasaron cerca de tres horas hablando en clave discutiendo, con la ayuda de bastoncillos para las orejas, cómo nominar.
Catarata de confesiones. Toscano, aunque gusta de conspirar junto al grupo de Juan y Nagore, también es amigo de relajarse y disfrutar de la Casa de Guadalix siendo él mismo, sin más pretensiones, junto al grupo de los bonitos.
Con Rebeca desaparecida -tras dar de nuevo besos de buenas noches a Juan, Tatiana y compañía- las conversaciones de Arturo, Indhira, Hans, Saray y Toscano fueron subiendo de tono mientras sus rivales se afanaban en analizar todas las posibilidades de nominaciones que le quedan al concurso. Para mayor entretenimiento, además, hablaron en clave. Todo un goce para la audiencia.
Pero lo interesante estuvo en Toscano. El murciano reconoció que suele tener sueños húmedos. Y preguntó a los 'bonitos' si a ellos no les pasa que a veces sueñan con algo erótico y es "tan real, tan real, que acabas corriéndote. Para mí es lo mejor". No en vano, a él en la casa ya le había pasado.
El tormento de dormir con Tatiana
Porque lo que peor lleva el murciano es dormir con Tatiana sin tocarla un pelo. Para Indhira esto es sorprendente: "Fíjate, está supercachondo", dijo. Y el susodicho ahondó en las confesiones: "A veces he estado a punto de hacerme una pajilla". A lo que Arturo contestó con sus reparos habituales -esto es, ninguno-: "O sea, que si un día el suelo está pegajoso ya sabemos quién ha sido".
Su sueño con Tatiana
No obstante, el relato de Toscano tenía su encanto. Dijo que había soñado con una de la casa y reveló que, efectivamente, se trataba de Tatiana. Soñó que ella salía de la ducha y, solo con una toalla, se iba al sillón donde él la abordaba hasta...
Luego pasó a hablar de cómo baila en las discotecas: "Me pongo en la barra, le saco una rueda a la silla y pum, pum, pum... a la gente le gusta porque no se espera que un tío en una silla haga esto". Y después, a la hora de dormir, dio el parte a Tatiana: "Ná, hemos hablado de cosas de la silla y eso".