Atascados

Tomás Blanco 01/05/2012 10:46

No falla que grabas a un payaso pegándole un tartazo a un joven muchacho, se lo pones a alguien que no haya visto una tarta en su vida, y se parte el pecho.

La semana pasada, fueron calambrazos.

Hace unas semanas, les tiraron cubos de agua con grumos de maizena simulando vómito.

Por progresión lógica, es de suponer que la próxima semana esparcirán rastrillos por el suelo.

Sólo para que conste en acta, Ben-Hur dura 212 minutos.

Sin embargo, el payaso zombi ha sido lo que más gracia me ha hecho. Aunque no suele ser buena señal que lo secundario se convierta en lo importante.

Y todo esto teniendo en cuenta que Lo que el viento se llevó dura 238 minutos.

Los destacados de la semana han sido:

-Ari cree que Michael se está olvidando de ella. Pero Ariadna está fuera, así que por aquí no vamos a ningún sitio.

Eso sí, la declaración de amor del zagal ha sido un vapuleo. Me lo imagino imaginando cómo el plató estallará en una ovación cerrada al pronunciar su frase estudiada, las lágrimas de agradecimiento de Ariadna, los abrazos de sus compañeros... para después comprobar que la realidad va a su bola y te termina llamando pagafantas.

Se ha llevado lo que quería, pero se ha ido calentito y con las orejas gachas.

-Videoclip de la prueba semanal montado con reguetón alarmante de "Fuego" featuring "El Potro Álvarez", titulado "Una vaina loca", ya a la venta.

¿También en librerías?

No. En librerías, no.

-Hace tres semanas que la relación de Pepe y Sindia no sale del bucle.

-Debate en plató sobre la inquietante posibilidad de que el público quiera echar a Alessandro para que vea los vídeos de Noemí mintiéndole.

Qué va. No creo.

Lo mejor es preguntarle a Noemí para que se explique. Noemí viene a decir que la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. Los censores han sacado sus diccionarios Klingon, pero ni por esas.

El caso es que otra vez lo secundario (una exconcursante) se convierte en lo importante.

-Los concursantes sospechan que María ha enseñado las mamellas en Interviú. Hugo lo lleva regular, pero ya se puede ir acostumbrando. Amago con debatir en plató si uno puede o no puede hacer lo que quiera con su cuerpo.

¿Hubiese enseñado María las mamellas por 100 euros?

No.

De dónde se deduce que no se está hablando de si podemos hacer lo que queramos con nuestro cuerpo, sino que el ser humano es una forma de vida que, o busca motivos para portarse bien, o busca excusas para justificar su mal comportamiento.

Por otro lado, María está celosa de Ariadna, pero Ariadna ya está fuera. Así que Hugo recula y María recula y la casa sin barrer.

-Recular y rectificar, debate ontológico. Me quedo con la de Pepe Flores: "Rectificar es de sabios, pero recular es de cagaos".

Todo un debate a cuenta del espécimen Dani, forma de vida que se caracteriza por elegir invariablemente el tema que más puede irritarle el píloro a su interlocutor, para luego enzarzar la conversación hasta discutir.

Después, insiste.

Vuelta a empezar.

Así que ha discutido con Pepe, y después, con Hugo, porque a veces te tomas dos gyntonics y te vienes arriba.

El problema es que la bronca entre Hugo y Dani es la trama principal que tenemos en este momento y que Los 10 mandamientos dura 220 minutos.

Es para preocuparse.

La entrevista no ha sido una entrevista, ha sido un homenaje. El público en pie, dando alaridos, los exconcursantes con el corazón en la mano, el realizador poniendo la banda sonora de Titanic 3D. Ni imaginado por Michael, vaya.

Fue raro comprobar que el porcentaje de expulsión rondaba el 50, y que Dani y Alessandro se repartían el otro 50.

La sucesión de videoclips sólo se interrumpía para ver al payaso zombi persiguiendo concursantes por la casa, con más entusiasmo que acierto, y a un grupo de personas pasándolo teta. Estuvo lo suficientemente bien como para convertirse en lo importante de la noche. Pero no alcanza para un mes de convivencia, ni para galas de 225 minutos, porque Lo que el viento se llevó ya se hace larga, y eso con una guerra civil y con la dentadura postiza de Clark Gable diciendo cosas legendarias como: francamente, querida, me importa un bledo.

Espero con ganas las novedades que nos han prometido.