Cuatro razones por las que 'Gran Hermano 1' fue el verdadero 'Efecto 2000'

telecinco.es 24/07/2017 09:50

Rotundamente, sí. Fue un fenómeno sociológico

El voluntario encierro de diez personas anónimas (más reservas) durante 90 días fue grabado por 29 cámaras y retransmitido en directo durante las 24 horas en las plataformas de televisión de pago. Con este despliegue y el experimento que supuso, nadie en el país permaneció indiferente ante ‘la vida en directo’ de los concursantes. El debate sobre el programa existía en la familia y con los amigos, pero también en la oficina. Fue portada de las revistas del corazón, pero también en los periódicos nacionales. Y del informativo.

* La final de 'GH' protagonizó el informativo, ¡este vídeo es historia de la tele!

El impacto del programa en el país fue tal que en la época no solo se hablaba de fenómeno social, sino también sociológico. Por todo esto, una semana antes de la gran final, Mercedes Milá presentó un debate especial con el filósofo Gustavo Bueno, el sociólogo Alonso Coronado, el presidente de la Academia de la televisión Ignacio Salas y los periodistas María Teresa Campos y Carlos Carnicero, entre otros.

Reventó las audiencias: 7 de cada 10 personas vieron la final

Con más de un 70% de cuota de pantalla, una media de nueve millones de personas siguieron la final del concurso. 11 millones de personas escucharon a Mercedes Milá anunciar el ganador del premio. Como si se tratase de gol de Iniesta en la final del mundial de Suráfrica, la final de 'Gran Hermano' reventó los audímetros con unos registros reservados a los mejores partidos de fútbol, desconocidos para las cadenas privadas en sus 10 años de vida. En total, la emisión de la primera edición de 'GH' promedió más de un 50% de share, permitiendo a Telecinco liderar el ranking de audiencia dos meses consecutivos por primera vez en su historia.

Fue el pionero... y es el veterano

‘Gran Hermano’ fue el primer formato de telerrealidad emitido en España, y desde entonces no han parado de surgir programas de este nuevo género. Telecinco apostó fuerte por ellos, y estrenó la primera edición de ‘Supervivientes’ tan solo un mes y medio después de entregar el maletín a Ismael Beiro.

‘Gran Hermano’ fue un tsunami en el panorama audiovisual del país, y es el único de los programas existentes en Telecinco cuando se estrenó que se mantiene en antena, diecisiete años después. De los actuales rostros de Mediaset, sólo María Teresa Campos y Flo trabajaban ya en la cadena. Y cuando Cuatro empezó sus emisiones, Pepe Herrero ya estaba en Guadalix dando vueltas a su ‘nominator’ en 'Gran Hermano... 7'.

La tele cambió, y nosotros también

Hoy esa primera edición de 'GH' habría copado los 'trending topic' de Twitter. Su app oficial sería la más descargada. Compartiríamos el viral meme de Jorge Berrocal con su “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?”. El grupo de Whatsapp de la cuadrilla se llamaría “La mafía” y el del trabajo “El confesionario”, donde nos desahogaríamos de ese compañero al que nominaríamos si pudiéramos. Pero en el año 2000 el panorama tecnológico era mucho más “primitivo” que ahora.

* Esta era nuestra web el día de la final de 'Gran Hermano 1'. ¡Muy fuerte!

La mayoría nos conectábamos a internet a través de nuestro ordenador de sobremesa, con un módem de ruido infernal y a partir de las seis de la tarde gracias a las tarifas (no) planas. Hoy podemos votar al ganador de 'Supervivientes' con un mensaje desde nuestro móvil, pero entonces no pudimos hacerlo con nuestros Nokia 3310 (los más pudientes) o nuestros One Touch Easy (los más modestos). La única forma de votar por nuestro favorito era mediante una llamada telefónica, que sería abonada en pesetas. Para la final del 21 de julio se habilitaron 2300 líneas telefónicas, que solo la víspera del gran día registraron más de medio millón de llamadas.

En realidad, es pura lógica, porque aunque todos nos acordamos de como vivimos la triunfal salida de Ismael Beiro han pasado ya 17 años, un tiempo más que suficiente para que haya cambiado de forma radical la manera de disfrutar de la televisión, gracias a los smartphones y las conexiones de internet de banda ancha.