Si ya Gran Hermano es por definición un juego de espejos, la entrega 11 riza el rizo con una casa anexa cuyos seis habitantes tienen el deber de espiar a los otros once concursantes de la Casa 11, la oficial. ¿Cómo? A través de un pasadizo que les comunica bajo tierra con la 'Cruz de cámaras', un espacio antes reservado para los técnicos y desde el que ahora podrán ver sin ser vistos.
Estos seis grandes hermanos 'espías' (evaluarán los gestos, la actitud y las relaciones de los otros once inquilinos para intentar adivinar quién será eliminado en cada gala. El que acierte dejará la y entrará a concursar en el lugar del expulsado, obteniendo así el derecho de optar a los 300.000 euros del premio. Todo está preparado para que, como ha proclamado Mercedes Milá, esta edición marque "una nueva era" en la historia del programa. Saray, Laura, Ángela, Lis, Ángel y Hans ' Casa espía '
Laura (casada en secreto con Ángela), espía a los concursantes de la Casa 11 desde 'La Cruz de cámaras'
Por si fuera poco, en la 'Casa espía' nada es lo que parece. Laura y Ángela, casadas desde hace tres meses, deben ocultar (que no su orientación sexual). Lis y Ángel, (antítesis el uno del otro), . Y por último, Pilar (concursante de la Casa 11) y Saray, son madre e hija, pero nadie puede saberlo. su matrimonio deben hacer creer al resto que son pareja
En caso de que cualquiera de estos secretos sea revelado o adivinado por el resto de compañeros, Mercedes Milá ha anunciado "represalias". Hans, por su parte, se ha convertido a sus 41 años en el amo de todos los secretos, por obra y gracia de Mercedes.
Ángela, Lau, ángel, Lis, Pilar, Saray y Hans: Cada uno de estos rostros guarda un secreto
En esta edición, la edición de la crisis, la casa espía es, además, una casa 'sostenible' y ecológica . Los concursantes no harán pruebas semaneles, sino . El primero de ellos consistirá en vestirse sólo con el "exceso de equipaje" de los compañeros de la casa vecina. retos relacionados con la sostenibilidad
Po otro lado, la Casa 11, en la que viven ajenos a sus espías los 11 concursantes que optan al premio de los 300.000 euros, tiene todas las comodidades a las que nos tienen acostumbradas las anteriores ediciones, a destacar especialmente el domitorio y el jacuzzi, fuentes perennes de momentos memorables del programa.
Dormitorio y jacuzzi de la Casa 11
Si el año pasado fueron los trajes de las Comunidades Autónomas, en ésta edición no podía faltar la pincelada de color del estilismo de Merdeces Milá. Fiel a las tradiciones y amantes de los homenajes, en las siguientes galas nos irá soprendiendo con un vestuario inspirado en las frutas y verduras del país.
Ya lo adelantó su estilista en el blog y en la primera gala de GH11 Milá apareció con un traje blanco, zapatos rojos de tacón y un vistoso sombrero de frutas variadas. ¿Cómo será lo próximo?