Sin articular palabra, Ares ha regresado a la casa cubierta de sangre, vísceras y cucarachas. La concursante no ha parado de repetir que su experiencia en el cubo ha sido horrible y que no se la recomienda a nadie, ante el asombro de sus compañeros al verla de esa guisa. La única que se ha quedado sin palabras ha sido Belén Esteban al comprobar que el expulsado había sido Israel, su gran apoyo dentro de la casa.
Casquería de la buena, sangre recién exprimida, cucarachas hambrientas, vomito de ratas con aroma de bombas fétidas, barro… Dentro de cubo solo pasan buenas, muy buenas, pero para que los concursantes se lo creyeran, Ares ha tenido que enfrentarse a una prueba un tanto asquerosa. La concursante ha tenido que elegir entre cuatro asqueros potingues para echárselos por encima y tener una cuartada ante sus compañeros. Con mucho valor, Ares ha echado por encima las cucarachas, la sangre, el barro y se ha metido dentro del vestido unas cuantas piezas de casquería. La concursante no puede contar lo que ha pasado dentro del cubo, pero tiene que elegir a uno de sus compañeros para entrar con ella y vivir una bonita experiencia.
Belén Esteban no está dispuesta a entrar en el cubo y lo ha dejado claro antes de comenzar a nominar. La salida ensangrentada de Ares ha afectado a todos sus compañeros y Belén está dispuesta a perder la prueba con tal de no entrar. "Estoy muerta de miedo, no estoy tranquila. Me pasa eso y me pongo fatal, me pica hasta la cabeza de pensarlo. Tenía bichos vivos. No sé qué habrá dentro, pero no quiero ir. No soy valiente, soy una acojonada, no quiero eso", ha dicho la concursante.
Aunque Fede y Coman se habían ofrecido voluntarios para entrar en el cubo con Ares, la concursante ha elegido a su amiga Aguasantas para que le acompañara en la experiencia asegurando que ellas tenían un lema: "En lo bueno y en lo malo". Aguasantas se ha puesto la bata manta por encima dispuesta a acompañar a su amiga en una experiencia tan dura, pero cuando se ha visto ante la puerta del cubo se ha puesto histérica y no ha sido capaz de seguirla. Ante la situación de histeria que se estaba viviendo en la casa, Chari se ha lanzado a la piscina y ha decidido entrar en lugar de Aguasantas. Con mucho miedo, Chari se ha agarrado al brazo de Ares y ha entrado en el cubo dónde las estaba esperando una estupenda cena a base de mariscos.