Tras una tarde intensa de ensayos teatrales, Garó tiró de profesionalidad para realizar un guión a la altura de un Goya, una auténtica obra de arte para deleitar a los fans del programa y, por supuesto, sacar la mejor versión sobre el escenario de nuestros concursantes. Sin embargo, Miriam y Tony, los elegidos por el público como actores principales, se han quejado en voz alta de que tengan que representar a una muda y un 'friki', otorgándoles un papel que no es precisamente el de protagonista.
Aquí estalló la bomba, una discusión en la casa entre los tres concursantes que acabó con un arrebato bastante serio de Ángel Garó, dimitiendo como guionista de la obra teatral. "Éste es mi trabajo y quiero respeto", argumenta el artista, decepcionado porque los actores no acaten las órdenes del papel. Incluso 'El Koala' le comprende porque ya ha vivido esto fuera de la casa. Por otro lado, Tony empieza a desahogarse con el resto de camaradas y entiende que esta actitud de Garó está marcada por su "ego".
Miriam, por su parte, está dolida con Garó porque era una persona a la que le tenía mucho cariño y, según ella, el humorista ha sido muy injusto con ella: "Ni lo de Mónica o Techi me ha afectado, pero lo de Ángel me ha tocado. Me ha dicho insultos muy desagradables. Que no intente ofenderme porque no me voy a quedar callada".
Tal es el cabreo que la peruana, cerca de la una de la madrugada, no puede entender por qué el humorista le ha dado ese papel y, además, piensa que el público la va a poner de patitas en la calle "por la discusión con Ángel". "Los problemas de Techi con Omar y lo de Isabel ya queda muy atrás. Lo mío con Garó es muy reciente", matiza. Una amistad que se ha roto definitivamente y parece no llegar a buen puerto porque, según la afectada, "ha habido un antes y un después".