La “amnesia” del Chicle que no reconoce ni su voz
El Juez saca al Chicle de su aburrimiento y le pregunta:
-¿Conoce los hechos por los que está acusado? Si quiere que lo leamos, lo leemos.
-No, es igual.
Y arranca su declaración. Salió de casa cuenta para robar gasoil, lo mismo que declara en el rapto de Diana: “Con dos garrafas en el maletero. Vi un coche que me interesaba, me bajé del mío y cogí una palanca que tenía en el coche y me acerqué a ese vehículo. Me encontré con esta chica de frente y como necesitaba dinero le pedí el móvil y nada más”
La fiscal incrédula: “¿No pasó nada más?
El Chicle tranquilo: “No me quiso dar el móvil, forcejeamos y… “
-¿Ella le ofreció dinero?
-“Sí pero me ofreció 20 euros, el móvil vale más”.
La fiscal le pregunta si la rodeó con los brazos. Lo niega. Y si le puso un cuchillo en la nuca. Lo niega. Y así con todas las preguntas.
Ante las lagunas del Chicle le ponen el audio que la joven grabó en su teléfono. La prueba más importante que acorrala a José Enrique Abuín.
Pero no ha tenido pudor al decir que no reconoce su voz, ni la de la chica, ni la conversación. No es que no recuerde, es que niega ser él. El Chicle no ha querido recordar ni a los jóvenes que auxiliaron a su víctima y provocaron su huida pero sí ha admitido que volvió a casa sin gasolina.