El mejor regalo para un padre

Para Maite Garde, el de ayer, no era un partido más. Rojilla desde que nació, capitana del equipo, compartía, el domingo, con sus compañeras de Osasuna, los nervios de un partido importante. Acarician el ascenso a Primera División B de la Liga Iberdrola. Un orgullo, dice Mai, defender los colores de su vida.

Pero para la futbolista navarra, el fin de semana era además fin de semana de cumpleaños. El de su padre. Y para él, el mejor de los regalos. La camiseta de su equipo del alma pero con el nombre de su hija a la espalda. Un gesto que le desarma, que le rompe en lágrimas. Instante familiar multiplicado en redes sociales y que se ha convertido en viral. Un instante que seguro Mai ya ha incorporado junto al que es su mejor recuerdo como futbolista. "Saltar al campo del Sadar y ver a mi familia en pie", cuenta Garde.

Eso que hizo ayer domingo, en un Sadar reventón de gente. Más de 10.000 aficionados en comunión con su equipo femenino de fútbol. Fue una auténtica fiesta del deporte femenino. Como reconocen las jugadoras aún no se lo pueden creer. Con la carne de gallina estaban horas después del partido al recordar la respuesta de la grada. La victoria frente al Eibar redondeó un fin de semana increíble. Sólo así pueden seguir soñando, ese sueño compartido por el padre de Mai, la afición y un equipo que realmente se lo cree.