Mata a tiros a su vecino, que intentaba ahogar en la bañera a sus dos bebés

Cuando la Policía de Ada, una ciudad ubicada en el condado de Pontotoc, Oklahoma, EEUU, llegó al lugar, Leland Foster ya estaba muerto. Lo había matado su vecino, Cash Freeman, quien no dudó en dispararle después de ver que éste estaba intentando ahogar a sus dos bebés, –hermanos gemelos de tres meses de edad–, en la bañera.

La alerta la dio una niña de 12 años, que estaba en casa y presenció cómo Foster había presuntamente amenazado a la madre de los pequeños. Fue ella quien corrió a casa del vecino suplicando ayuda.

Entonces, Freeman se apresuró a llegar al lugar y cuando vio lo que sucedía no dudó en abrir fuego contra el agresor. Le disparó dos veces en la espalda con su pistola.

Según apunta KOR News, medio local, considera que hizo ‘lo que tenía que hacer para salvar a los bebés’, si bien muestra preocupación por si ahora podría encontrarse en problemas.

“Es terrible porque he tenido en mis brazos a esos bebes, he jugado con ellos y precisamente ayer les di ropa para ellos”, explica otro vecino, quien sostiene que Freeman no debería estar preocupado, defendiendo su rápida e instintiva respuesta.

“Creo que hizo lo correcto porque quien sabe lo que habría pasado a los bebés si no hubiese intervenido. Quizás hubiesen muerto”, afirma.

Sin embargo, tal y como comunicó un portavoz de la Policía de Ada, ahora es el tribunal del distrito quien tiene que juzgar los acontecimientos y decidir si el caso se zanja con un homicidio justificado.

Afortunadamente, los bebés, que fueron trasladados al hospital de Oklahoma, han sido dados de alta y se encuentran bien.

Por lo que al fallecido respecta, este no era el primer incidente de violencia doméstica que protagonizaba, pues sobre él constan registros que datan de 2011 en los que se le acusó de abuso doméstico por intento de estrangulamiento e incendio provocado.