Con los colegios electorales cerrados, la participación en los comicios del 28-A se sitúa en un 74,41 por ciento, 12 puntos más que en 2016. Se trata de la cifra más alta desde 2004, cuando se logró un 75,7.

Ya a las 18 horas, se situaba en el 60,75, un 9,53% más que en las elecciones de junio de 2016, en las que a esa hora ya había votado un 51,21% del electorado.

Treinta y siete millones de españoles han sido llamados a las urnas en las decimocuartas elecciones generales de nuestra historia democrática moderna. Unas elecciones más abiertas y más fragmentadas que nunca en las que por primera vez cinco formaciones políticas tienen el peso suficiente para decidir la formación del futuro gobierno y quién lo presidirá.

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