Al igual que en España, en otros países, las plataformas como Uber y Cabify empiezan abrirse camino.

En Francia, Reino Unido y Portugal el número de licencias es ilimitado. Y en Estados Unidos es inmenso. Aun así, Francia, por ejemplo, prepara un estatuto específico para este tipo de plataformas, tras un sentencia reciente que hablaba de falsos autónomos. Y en Londres, los taxistas se plantean presentar una demanda colectiva contra Uber.

En Iberoamérica, también el sector del taxi está en pie de guerra contra lo que consideran una competencia desleal. Pero a pesar de algunas sentencias o prohibiciones puntuales, hay un cierto vacío legal. Desde la patronal de este tipo de empresas, aseguran que España es uno de los países donde existe mayor regulación. Y recalcan que, a diferencia de su región, en España hay un límite en la adjudicación de licencias.