Martes de duelo: padres de víctimas de tráfico piden penas más duras para reincidentes
Sus caras reflejan el mayor sufrimiento de todos: han perdido a sus hijos. Varios de estos padres son víctimas de accidentes de tráfico. Se reúnen todos los martes, les llaman los martes de duelo. Una decena de personas que no pueden olvidar cómo el alcohol, las drogas, los despistes y las infracciones al volante provocaron la muerte de sus hijos. Entre estos padres está Isabel León. Su hija Ana, madre de 2 niñas, falleció en un accidente de tráfico causado por un conductor que dio positivo en alcohol. Él pasó únicamente 8 horas en el calabozo y quedó en libertad. Aún no ha sido juzgado. María José también ha perdido a su único hijo: Iván, de 15 años. Lo mató un conductor borracho, drogado y con un coche robado, que circulaba a 135 kilómetros por hora por La Castellana, en Madrid. Ocurrió hace dos años. María José sobrevive sólo para tratar de evitar que otras madres sufran lo que ella ha sufrido. Por esa razón está empeñada en lograr un endurecimiento de las penas para los multirreincidentes. Cuatro años es actualmente la condena máxima por homicidio imprudente y sólo se elevaría hasta a 9 años si se causan varios muertos o heridos muy graves. Ella critica esta condición impuesta por la última reforma del Código Penal, porque según su opinión, la condena no debería depender de la cantidad de muertos sino de la capacidad de reinserción o la reincidencia del conductor.
Estos padres necesitan justicia y que alguien se acuerde de ellos. La única ayuda psicológica continuada que reciben es la de esta terapia, organizada por la Asociación Alaia, un centro de Atención al Duelo de Madrid, que trabaja para intentar ofrecerles un poco de consuelo.