Seis trucos que te ayudarán a salir de la cama por las mañanas

Una de las cosas más difíciles de hacer, especialmente en los fríos meses de invierno, es levantarse de la cama por la mañana, y la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, lo sabe.

La NSF (por sus siglas en ingles), ha publicado varios consejos muy sencillos y prácticos para ayudarte a combatir la ‘pereza mañanera’.

- Beber vaso agua: nada más despertar, tomar un vaso de agua ayuda a tu cuerpo a hidratarse, además de ayudar a impulsar el metabolismo.

- Colocar despertador estratégicamente: cuando la alarma se encuentra lo suficientemente cerca de tu cama que puedes apagarla sin levantarte, mejor aléjala. Esto te obligará a salir de la acogedora y calentita cama y comenzar el día.

- Abrir las persianas: ver el sol asomarse a través de las ventanas por la mañana puede ser frustrante y molesto, pero es una manera simple de avisarle que es hora de levantarse. Antes de irte a la cama, abre tus persianas para que cuando salga el sol este inunde tu habitación y te obligue a levantarte.

- Usa la cama solo para dormir: si eres el tipo de persona a la que le gusta acurrucarse en la cama durante el día para leer o ver una película, ten en cuenta que puede afectar a tu capacidad para dormir bien por la noche. Si comienzas a acostarte durante el día en la cama para hacer otra cosas que no sean dormir, tu mente dejará de relacionar tu cama con la relajación y el sueño, y comenzará a conectarla con un tiempo durante el cual se realizan diferentes tareas.

- No te bañes antes de dormir: tomar un baño antes de acostarse como una forma de relajarse puede tener el efecto contrario. Dado que la temperatura del cuerpo desciende a la hora de acostarse, el agua caliente del baño en realidad aumentará la temperatura corporal, que luego deberá enfriarse de nuevo. Por lo tanto, si deseas disfrutar de un baño antes de dormir, hazlo al menos una hora antes de acostarse.

- Buen sonido de alarma: el tono o canción elegida como despertador es crucial para determinar la forma en la que nos despertamos cada día. Si en lugar de escoger un tono estridente y repetitivo, escoges un tono suave con una melodía musical, tu despertar será muy diferente.