Un reportero del programa acude a una sesión con Lola, una sanadora espiritual: "No sé qué me hizo pero funcionó"

  • Lola cree que nació con un don: “Llegué al mundo con doble placenta y eso era una señal”

  • Carlos Garayoa acude al taller de Lola y se somete a un proceso de limpieza

  • Alessandro Lecquio, muy duro con Lola: “A mí esto me recuerda a la bruja Lola que se vidente tenía nada”

Lola viene desde Valencia hasta el plató de ‘La vida si filtros’ para contarle a Cristina Tárrega y a la audiencia del programa que ella es especial. Ya desde el momento en el que nació todo indicaba que esta valenciana tenía un don:

“Yo nací con doble placenta, lo que en nuestra tierra se llama zurrón, en este mundillo de la sanación se dice que eso es nacer con gracia espiritual, mi abuela lo vio desde que llegué al mundo”.

Y es que la abuela de Lola también se dedicaba al mundo de la espiritualidad y la sanación de personas y, aunque Lola estuvo durante años renegando de su don, lo cierto es que con el paso del tiempo aceptó su gracia:

“Mi abuela sabía lo que había y estuvo desde que yo era pequeña muy pendiente de mí enseñándome cómo manejar este don, fue dura conmigo porque sabía quién era yo”.

Lola le ha explicado a Cristina Tárrega que desde el momento en el que aceptó que podía sanar a las personas su vida cambió y pasó a dedicarse a ello: “Yo en mi taller de reparaciones atiendo a todo el que lo necesita y no cobro por ello, que la gente me dé lo que quiera darme, los que vienen con aceite para mí es como un pago, en verano algunos me pagan con hielo, en invierno me pagan con leña que se vende en la gasolinera y cualquiera la puede comprar”.

Un reportero del programa acude a una sesión con Lola

Carlos Garayoa acudió al taller de Lola y, pese a que era completamente escéptico, lo cierto es que su visita a la casa de la sanadora le cambió por completo:

“Yo no creía en estas cosas y hasta me daban miedo, pero cuando fui a ese lugar austero en el que Lola vive sin luz, sin comodidades, sin televisión, viví algo que aún sigo sin poder explicar, no sé lo que Lola me ha hecho pero le doy las gracias porque desde entonces no paro de sonreír”.