“Ven aquí, dame un beso que eres mía”, decía Rosario mientras corría hasta Inma, “estoy contentísima porque voy a disfrutar contigo, tienes un sentimiento cantando que más lo quisieran los grandes, yo me quito el sombrero contigo, estoy encantada”.
“Ven aquí, dame un beso que eres mía”, decía Rosario mientras corría hasta Inma, “estoy contentísima porque voy a disfrutar contigo, tienes un sentimiento cantando que más lo quisieran los grandes, yo me quito el sombrero contigo, estoy encantada”.