Tras el parto en extremas circunstancias, Cayetana está un poco irascible y nada la parece bien. Se enfada con las visitas, con su suegra y sobre todo, con Nacho, quien trata de complacerla en todo para evitar tensiones.
Mientras, la relación entre Roberto y Be es tensa. Be desea que profesionalmente no surjan problemas entre ellos y ella pueda seguir desempeñando su trabajo con total libertad y con la plena confianza del redactor jefe. Sin embargo, sus pretensiones no se cumplen y las cosas se empiezan a complicar con la repentina llegada de César.
Entretanto, Benito no sabe como salir del paso. El joven se ve obligado a hacerse cargo de su abuela y no sabe donde dejarla para que la anciana no se gaste la pensión en el bingo del barrio. La única soiución que encuentra es llevársela a Bulevar 21, donde Benito la presenta a todos sus amigos. Sin embargo, el objetivo de Benito no se cumple. Su abuela lleva el juego en la sangre y se dedica a apostar con todos los compañeros.