Los casos de cáncer de tiroides, glándula muy sensible a la radiación, son inexplicablemente más frecuentes en los municipios afectados por la presencia de las centrales.
Además, abortos, malformaciones congénitas de los recién nacidos y otros tipos de cánceres son dolencias habituales entre los convecinos. No hay datos oficiales al respecto ya que nunca se ha realizado un estudio estadístico de la incidencia de las centrales en las enfermedades de la población. ¿Por qué?
¿Y si hubiera un accidente? ¿Cuáles son las medidas que deben adoptar los consistorios para proteger a los ciudadanos? Como demuestra la investigación de Diario de, los alcaldes de los municipios cercanos no están preparados para afrontar una crisis nuclear. Ni siquiera, como puede verse en el vídeo, saben dónde se encuentran las píldoras de yodo, imprescindibles y fundamentales para paliar la radiación.