Fran Rivera y Blanca Martínez de Irujo rompen

TELECINCO.ES 25/08/2008 17:29

Después de tres años de relación, la pareja no ha podido evitar una ruptura que parece no tener marcha atrás, según ha afirmado la periodista Pepa Jiménez en 'Está pasando'. Los más allegados a Fran y Blanca ya han asumido que ambos continuarán con sus vidas por separado. Es el fin de uno de los romances que más han dado que hablar en los últimos años, ya que desde que se hiciera público en noviembre de 2005, ha provocado diversas reacciones en la Casa de Alba y en los medios de comunicación.La sobrina de la Duquesa de Alba siempre ha dejado claro que prefería estar en la plaza antes que en el hotel esperando a que acabasen las corridas de su amado. Pero la última aparición de Blanca en los tendidos se produjo en Collado Villalba (Madrid), el pasado mes de julio. Por tanto, la crisis podría venir de lejos. El miedo del que la joven hablaba para justificar su ausencia en Estepona quedó desmentido por las declaraciones del propio Fran, que en su corrida número 1.000 manifestó que su novia no había acudido porque estaba "muy liada".

El próximo 6 de septiembre tendrá lugar la Corrida Goyesca que cada año se celebra en Ronda (Málaga) y a la que siempre asiste Fran Rivera. Hasta ahora, siempre ha estado acompañado por Blanca, por lo que su asistencia o su ausencia al festejo rondeño puede dar aclarar si nos encontramos ante una simple cirisis o ante un distanciamiento insalvable.

El hecho de que la nueva novia de Fran Rivera fuera prima de su ex-mujer, Eugenia Martínez de Irujo, fue el detonante de muchos rumores de enfrentamiento dentro de la aristocrática familia. Es más, desde que el torero y Blanca iniciaron su noviazgo, la relación entre él y la 'duquesita' ha sido tensa, a pesar de la hija nacida de su fracasado matrimonio. A pesar de ello, la pareja supo ganarse el respeto y la comprensión de sus amigos más íntimos. Entre los que sí apoyaron el romance desde el inicio se encuentran la Duquesa de Alba, su hijo Cayetano y la tía de Fran, Belén Ordóñez.

Una vez superados los primeros obstáculos, la pareja era la viva imagen de una familia feliz, ya que los novios aparecían frecuentemente acompañados de las hijas que ambos habían tenido en relaciones anteriores. Blanca lo dejó todo por el torero, algo que éste ha valorado en varias ocasiones al afirmar que ella es "la persona más importante de su vida" y que "le ha aportado la estabilidad que necesitaba".

El apuesto matador de toros, de 34 años, había encontrado en Blanca una pareja, una amiga y una fiel compañera. A pesar de que la aristócrata tiene 42 años, Fran pensó en todo momento en crear una familia junto a ella. Y es que la relación ha sido intensa desde el principio, pues Blanca fue su principal apoyo tras la separación de Eugenia y la muerte de su madre, la popular Carmina Ordóñez.

El idilio comenzaba tras una década de intensa amistad y, ahora que el amor se había consolidado, la pareja no quería pasar demasiado tiempo separada. A Fran le costaba cada vez más abandonar su casa, en la que ya vivía con Blanca. Por su parte, la sobrina de Cayetana de Alba llevaba cada vez peor las largas ausencias a las que el torero se veía obligado por motivos de trabajo. Últimamente aprovechaban la profesión de él para pasar largas temporadas en su finca de Extremadura, donde paseaban a caballo y disfrutaban de la complicidad de las dos pequeñas, Cayetana y Blanca.

La crisis se confirma y llega la ruptura

Al parecer, la pareja estaba atravesando una profunda crisis en los últimos meses. Y la ausencia de Blanca en una de las corridas más emotivas para el torero, la de Estepona, era sólo la 'punta del iceberg' de un problema serio. De hecho, desde el día en que tuvo lugar dicho festejo taurino, el 17 de agosto, los novios no han vuelto a hablar. Una de las causas que habrían contribuído al fracaso del romance es la excesiva atención que Fran ha dedicado a su aparición en la plaza de toros de la localidad malagueña. Una dedicación que habría desplazado a Blanca a un segundo plano.

La separación es fruto de una decisión mutua y, en ella, no han intervenido terceras personas. No van a dar una exclusiva aprovechando la noticia, sino que van a hacer gala del cariño y el respeto que se tienen, consecuencia de una larga amistad anterior al romance.