Continúa la campaña de concienciación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. ACNUR, con Jesús Vázquez como embajador del Comisionado de las Naciones Unidas, nos acerca esta vez a la vida de los niños refugiados presentándonos, entre otros, su programa deportivo, una actividad de la que quedan excluidas las niñas refugiadas.
Los niños, como afirma Jesús Vázquez, son "los más débiles, frágiles, vulnerables..." y todos los días hay niños que se convierten en refugiados. No hay sitio ni tiempo para recoger sus posesiones, escapan con las manos vacías.
Y, tras un largo camino, llegan a los campos de refugiados. Miles de tiendas de campaña se extienden en el terreno pero la vida allí es casi inimaginable, ¿cómo pasan su día a día los niños?
A través de sus testimonios, conocemos su historia. En el caso de John, tras dos meses de viaje llegó con su madre al campo de refugiados sin nada, mientras su padre se quedó en Sudán para cuidar de las tierras que allí poseen.
Él recuerda lo que solía hacer, perderse en el bosque o nadar con sus amigos, cosas que ya no puede hacer. Día a día, se levanta temprano para recoger el agua y, después, acude a la escuela donde hace lo que más le gusta, jugar al fútbol con sus amigos.
Una niña nos contaba cómo fue su salida de Camboya, "había muchas armas, disparaban por todas partes, tenía mucho miedo". En su marcha, "nos fuimos, caminamos mucho y... finalmente, llegamos al campo de refugiados"
Con el deporte
El deporte es una actividad hasta ahora exclusiva de los niños, las niñas quedaban atrás en este tipo de programas. Para ACNUR, el deporte y la enseñanza son vitales para el desarrollo de los niños por lo que emprende una campaña para fomentar el desarrollo de esta actividad también entre las niñas.