Era el concierto que marcaba el inicio de su macrogira con la que recorrerá medio mundo. El Gibson Amphitheatre estaba a rebosar. Más de seis mil personas esperaban al cantante español.
A pesar de que con la actuación conseguía un éxito rotundo, Julio Iglesias se mostraba pesimista en la entrevista, en la que reconocía que se siente infeliz por el escaso reconocimiento que tiene en España.
La estrella española más internacional ha batido todos los récords en lo que a venta de discos se refiere. Ha paseado su arte por todo el mundo y ha cantado en decenas de idiomas. Gracias a él, el castellano ha sido tatareado por fans americanos, rusos, chinos y hasta mongoles.
Sin embargo, el cantante cree que en su tierra es injustamente tratado: "quiero que haya una reflexión oficial en mi país, y que sepan que no quiero morir con la angustia de que España no se entera de lo que pasa conmigo".
Julio está triste, ¿qué le pasa a Julio? ¿Será cierto que el dinero y el éxito no dan la felicidad?