¡Cómo mola mi pistola! Así definía Javier Bardem la situación, casi de ensueño, que acababa de vivir.Su madre, sentada junto al genial Jack Nicholson no cabía en la butaca al ver a su hijo en el escenario del Kodak Theatre recogiendo el Oscar.
El madrileño estaba espectacular. Con esmoquin de Prada y barba de varios días, Bardem lucía elegante sin perder su toque macarra que tanto nos pone.
También pisaba el escenario su actual pareja, Penélope Cruz, como presentadora. Pero los actores no se dejaban ver juntos en ningún momento, si bien luego celebraban el premio en un local de Sunset Boulevar, rodeados del equipo de la película 'No es país para viejos' y un nutrido grupo de españoles.
A pesar de que el papel de un asesino despiadado que le ha valido el Oscar poco tiene que ver con la comedia, Javier dedicaba el premio a su madre y demás familia y a los cómicos que han traído la dignidad y el orgullo a nuestro oficio.