Tras una comida con Diego, Adriana no puede creer que el hombre tierno y detallista que ella conoce sea el mismo que intenta derrocar a Chali para recuperar el poder de Bulevar. Sin embargo, Adriana es capaz de sacar lo mejor del Jefe de Personal y cuando está con ella se convierte en otra persona.
Los sentimientos de Adriana van cambiando y por eso quiere dejar su labor de espionaje. Sin embargo, un encuentro fortuito con Olarte y una misteriosa carpeta la hacen sospechar. La mensajera cree que Diego puede esconder algo y decide seguir adelante.
Por su parte, Be sigue empeñada en alejar lo más posible a César y hacer su vida lejos del intrépido reportero. La joven se mantiene ocupada para no pensar, se centra en el artículo de los guardaespaldas que tiene entre manos y trata de espantar al nuevo jefe de reportajes de investigación dejándole claro al que jamás serán amigos y que su relación será estrictamente profesional.
Por su parte, Caye decide asistir a las clases de preparación al parto que Chali ha organizado en Bulevar. Sin embargo, la directora tendrá que asistir sola ya que Nacho estará demasiado ocupado solucionando la demanda de Yasmina. Caye, frustrada por la ausencia de su chico, decide buscar un sustituto y Richard se ofrece para acompañarla.