El último secreto de Tony Alexander King

TELECINCO.ES 04/12/2008 04:54

Todo empezó con una carta interceptada por la policía. En ella, Tony King se dirigía a ex pareja y madre de su única hija. Acusaba a su ex amigo Robert Graham de estar involucrado en la cadena de asesinatos. En la misiva, Tony decía "Contaré todo lo que le ha hecho a la chica de Motril". El problema es que el delito ya ha prescrito Graham.

No obstante, desde que los padres de María Teresa se han enterado intentan que a partir de esa prueba se pueda esclarecer el misterio de la desaparición de su hija. Éste es el testimonio de Teresa y Fernando para Rojo y Negro:

"Tratamos de ponernos en contacto con Tony King. Le escribíamos, pero no teníamos respuesta. Así que me vi obligada a llamar directamente a la prisión. Allí el director me dijo que intentaría hacer una excepción y me puso en contacto con él.

Cara a cara con el asesino

Fuimos a verle. Nos entrevistamos con él con cristal por medio. Cuando le vimos la cara la impresión fue la de tener enfrente a un asesino. O un encubridor, El caso es que nos daba escalofríos y odio. Todo lo que se le puede venir a un padre que ha perdido a su hija. Entonces le preguntamos si era verdad lo de la carta o se estaba riendo de nuestro sufrimiento.

Era verdad, dijo, había estado en Motril muchas veces. Nos contó que mi hija estaba muerta. Que, de hecho, la mataron con el cuchillo de Rocío.

Capaz de matar con un solo brazo

Así concretamos otra cita. Ya con la policía delante y sin cristal. Le rogué que le contara al agente que había presente lo mismo que me había dicho a mí y se lo explicó. Según Tony, Graham la había matado. Nos explicó que él para matar no necesitaba un cuchillo. Dijo que, de un solo golpe en el cuello, podía matar a una persona.

No entró en por qué habían ido a por ella. Dijo que cuando salían de juerga bebían y se drogaban y Graham le hipnotizaba. El caso es que después de matarla, supuestamente, la tiraron a un barranco. Eran cinco y entre ellos había una señora. Actualmente, toda esta gente está identificada y la Policía sabe dónde viven.

La Policía, más cerca

El problema es que no dijo qué barranco era. Nosotros nos creíamos esta historia porque se daba a sí mismo unas bofetadas terribles Lloraba y gritaba: ¡quiero ayudaros! Ahora mismo la policía investiga una línea y muy cerca de Motril. Una línea muy caliente".