Una cita en Sevilla

Un equipo del programa se pone en contacto con un joven sevillano que ofrece un riñón, a través de un mensaje en la red, a cambio de 100 mil euros. El joven se anuncia como deportista, sano y no bebedor.

Los periodistas, armados con una cámara oculta, acuden a la cita haciéndose pasar por familiares de un enfermo que necesita un trasplante urgente. El joven les cuenta cómo tomó la decisión: "Puse en Intenet 'donante de órganos' y ví una larga lista. Y pensé, ya que lo hacemos sacamos algo, que la cosa está muy mala. Me he hecho donante de médula y todo".

El donante confiesa que antes publicar el anuncio se ha informado de los riesgos: "He hablado con un médico y me ha dicho que con un riñon podemos vivir, salvo complicaciones. En la operación muere uno de cada 2000,, y no por la operación, sino por la anestesia y eso. A mí no me da miedo".

El equipo tantea al joven sobre el precio de la transacción: "Cien mil y pico, no recuerdo el pico". Pero además, exige que se le pague el dinero que deberá abonar a la empresa por no ir a trabajar: "Eso es por ley, y corre a parte del donante".

El sevillano no duda en exigir que se aplique la ley en una transacción que es de todo menos legal. Es consciente de esa ilegalidad y lo advierte a sus posibles compradores. Para burlar la ley y las estrictas listas de espera, porpone lo siguiente: "Tú dices que es un amigo mío que se ha enterado de mi caso... no te van a decir ni que no, ni que hay otros primero. No van a investigar nada".

Una inmigrante sin papeles

El equipo de 'Rojo y Negro' contacta con otra de las anunciantes. Es una inmigrante ilegal, y propone tomar el DNI de una amiga y suplantar su identidad para la operación.

La joven exige que el dinero del riñón, 50 mil euros, se le abone por adelantado: "Lo hago para ayudar a mi familia".

La venezolana propone también viajar a su país para realizar es transplante porque "allí ven que van a salvar una vida. Si hay donante se hace la operación y no hay tanto papeleo".

Y es que España es uno de los países más estrictos en el tema de la donación de órganos, por lo que muchas personas deseperadas salen a otros países para realizar la compra venta y el trasplante.

Para que en nuestro país se pueda realizar una donación que no sea anónima, donante y enfermo deberán pasar varios filtros: entrevistas con el nefrólogo, análisis profundo por parte de un psicólogo que les someterá a preguntas cruzadas para comporbar si su relación familiar o de amistad es real... Además, la operación necesita del visto bueno del Comité de Ética del Hospital, y de un experto del Comité de Trasplante y, por último, de un juez.