La dirección de la prueba decidió anular la totalidad de la recorrido tras confirmarse que los franceses eran objetivo del terrorismo islámico en el Magreb. La pasada Nochebuena cuatro turistas franceses fueron asesinados en Mauritania por donde transcurren ocho de las quince etapas de la aventura.
"Pensé que iríamos al menos hasta Marruecos, que suspenderían sólo el tramo de Mauritania y que luego harían alguna alternativa en Marruecos, es un país seguro", manifestó Carlos Sainz.
El temor a acciones violentas contra la caravana del Dakar llevó al director de la competición, Etienne Lavigne, ha desplazarse a finales del mes de diciembre a Mauritania donde recibió garantías de que la competición contaría con la seguridad adecuada. Carlos Sainz aseguró que "la organización ha tomado una decisión valiente y prudente".
Un diesel para ganar
La arena y el viento del Dakar convierten a la prueba en la más exigente del mundo. La edición de 2008 contaba con una largo viaje a través de las dunas del Sáhara y recuperaba escenarios míticos: Guelmin (en Marruecos), Saint-Louis (en Senegal) o Nouadhibou (en Mauritania). "Es un año entero preparando el rally, es un año de ilusiones perdido", puntualizaba Sainz, quien se mostró optimista: "es una prueba muy fuerte, no hay más que ver la magnitud y la fuerza que tiene, pero es un golpe bajo al deporte".
Carlos Sainz era uno de los pilotos favoritos al triunfo final en su tercera participación. Volkswagen había preparado el 'Race Taureg 2', una versión evolucionada del '280-hp TDI diesel' que venció en la Copa del Mundo. Además la actual normativa obliga a cambiar de seis a cinco marchas en la caja de cambios. El sueño del triunfo deberá esperar un año.
La expedición española estaba formada por 23 motos, 4 'quads', 26 coches y 12 camiones. Todos ellos en busca de un triunfo para brindarselo a Isidre Esteve, quien en la última edición sufrió un accidente que le ha postrado en un silla de ruedas.