Y regresamos a Milán con nuestro equipo de pruebas para seguir conduciendo el Alfa Romeo 4C. Nuestro piloto, Marcos Martínez, sacó a este pequeño superdeportivo todo su potencial e, incluso, algo más.
Y es que el Alfa Romeo 4C es todo pasión. Sus líneas no dejan lugar a dudas: estamos ante un superdeportivo. Es bajo, corto y ancho, y su diseño recuerda a muchos modelos de Ferrari. De hecho, parece que estamos ante un Cavallino en miniatura.
Tiene multitud de entradas de aire, un alerón posterior que mejora el comportamiento, las llantas son de 18 pulgadas delante y 19 detrás, y los faros estilo avispa pueden estar rematados en fibra de carbono. Sin duda, todo un espectáculo.
El interior es simple pero está bien rematado, y el carbono se deja ver por doquier. La posición de conducción es perfecta, y ni siquiera los usuarios más altos se encontrarán incomodos. Además, el cuadro de mandos es completamente digital y los asientos son de cuero. Pero también, tiene detalles muy racing, como lo pedales en aluminio, que parecen sacados de un vehículo de competición.
Pero todavía hay más, porque el 4C es uno de los pocos coches del mercado que utiliza un chasis monocasco de fibra de carbono. Esta tecnología deriva de la Fórmula 1, y es responsable de que el peso de este pequeño misil no supere los 900 kilos.
Además, el resto del conjunto está construido en aluminio y materiales ligeros, con lo que realmente estamos ante un coche muy pero que muy efectivo. Su motor, colocado en posición central es un 4 cilindros con 1,7 litros que rinde 240 CV. Cifra más que suficiente para impulsar al 4C hasta los 100 km/h en solo 4,5 segundos.
De hecho, este coche ha sido capaz de marcar un registro de 8 minutos y 4 segundos en el circuito de Nurburgring. Un tiempo sólo apto para automóviles que superan los 400 CV.
Como cabía esperar, el comportamiento es directo y reactivo, no tiene dirección asistida, pero tampoco se echa de menos. En curva, basta solo con abrir gas sin contemplaciones, para que la trasera deslice y nos deleite con una bonita derrapada.
Por otra parte, gracias a su bajo peso y a su buena aerodinámica, el pequeño Alfa registra un consumo por debajo de los 7 l/100km. Con lo que además de rápido, es eficiente.
Esto es lo que dio de sí nuestra jornada de pruebas en las instalaciones del Grupo Fiat en Balocco. Una experiencia única que estará en España en pocos meses por algo más de 53.000 euros.