Audi llegaba a Ginebra con uno de los modelos más esperados por todos sus seguidores, que vieron como la tercera generación del TT hacía su aparición en su stand. Y no sólo eso, porque la marca de los cuatro aros también mostro una variante muy radical que podría ser la base del futuro RS.

Los diseñadores del fabricante alemán han reinterpretado una serie de rasgos del Audi TT de la primera generación de 1998. A primera vista, los cambios más destacados se aprecian en la parrilla singleframe y los dos trazos curvos que forman una V sobre el capó-motor.

En la parte trasera, las líneas horizontales refuerzan la sensación de anchura y deportividad y los pilotos traseros se mantienen siempre encendidos, como una nueva innovación de Audi. Además, la tercera luz de freno une los grupos ópticos situados a ambos extremos y todas las variantes mecánicas llevan dos salidas de escape situadas junto al difusor.

La oferta mecánica estará formada por dos motorizaciones de gasolina que rinden 230 y 310 CV y una diésel con 184.

Cuando accedemos al interior del TT, el estilo es tan ligero que parece estar flotando y la consola central y el revestimiento de las puertas muestran formas fluidas, por lo que, visto desde arriba, el salpicadero se asemeja al ala de un avión.

Entre las novedades que aporta la tercera generación de este deportivo se encuentran el Audi Virtual Cockpit, un cuadro de instrumentos configurable y completamente digital al estilo Samsung Tablet, y los faros matrix LED con control individual.

La llegada del TT a España está prevista para el mes de octubre.

La otra gran novedad de la firma fue el S3 cabrio, una variante que conserva toda la garra y estilo de su hermano coupé. Posee un motor turbo de dos litros que rinde 300 CV, cambio automático DSG y tracción total. Aterrizará en el mercado español después del verano y tendrá un precio de salida de 50.000 euros.

Y por último, los fans del pequeño A1 ya cuentan con la versión más radical, el S1. Versión que hereda las siglas del victorioso modelo de rallys de los años ochenta y que por sus prestaciones se va a convertir en la referencia de su clase.

En la parte mecánica el motor 2.0 TFSI desarrolla 231 CV de potencia, acelera de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, tiene tracción total Quattro y cuenta con una nueva suspensión.

Y por lo que respecta a las modificaciones estéticas se aprecian rápidamente sus faros xenón plus, paragolpes y faldones laterales deportivos y el doble escape.

Cuatro nuevos colores exteriores, dos de ellos exclusivos para el S1, complementan los acabados de pintura disponibles, y el paquete de diseño exterior Quattro opcional crea un aspecto aún más deportivo, gracias a elementos como el gran spoiler colocado en el techo.

La semana que viene os contaremos más detalles de los nuevos modelos de Audi, una marca que nunca deja de sorprender.