La verdadera joya de la corona de este programa es esta: una máquina infernal. Se llama R8 y es de Audi. Uno de los superdeportivos más rápidos, eficaces y bonitos que se han fabricado jamás. Una versión 2013 que ha recibido ciertos cambios estéticos y mejoras mecánicas que le hacen seguir siendo uno de los coches mas deseados del mundo.

La estampa del R8 es imponente. El coche es largo, ancho y extremadamente bajo. Además en el restyling que ha sufrido recientemente se han introducido faros completos con tecnología LED, nuevas llantas de 19 pulgadas y salidas de escape redondas en vez de ovaladas. Una delicatessen para la vista. Y para diferenciar esta versión V10 de la menos potente V8, tan sólo hay que fijarse en la entrada de aire lateral sobredimensionada, que es necesaria para aumentar la refrigeración de esta maravilla mecánica.

En el interior encontramos una atmósfera totalmente Audi, y es tan cómodo y amplio, que es fácil pensar que estamos sentados en un A6. Los asientos pueden ser baquets de semicompetición y el sonido del motor V10 invade el habitáculo cada vez que aceleramos a fondo.

Y es que este V10 de 5,2 litros desarrolla una potencia de 525 CV a unas impresionantes 8.000 revoluciones por minuto, y es capaz de subir de vueltas a un ritmo frenético. Además, este motor encaja a la perfección con el nuevo cambio de doble embrague de siete velocidades.

Con esta transmisión, el R8 mejora las prestaciones con respecto al antiguo modelo, y ahora es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 316 km/h. Por su parte, el consumo también se ha reducido y se sitúa en unos competitivos 12,5 l/100.

Uno de los secretos del comportamiento del R8 es su conocida tracción Quattro, pero convenientemente adaptada para un superdeportivo como éste. Y es que la mayor parte de la potencia se transmite a las ruedas traseras. Por eso, realizar cruzadas y salir patinando con las cuatro ruedas es toda una gozada.

Este coche es una bestia en circuito, y es capaz de llegar a 225 km/h al final de la recta de Albacete. La misma velocidad que una moto súper sport. Además, gracias a sus discos cerámicos, la frenada y la resistencia están garantizadas.

Esto fue todo lo que pudimos hacer con el Audi R8 V10. Un coche que ha dejado un recuerdo imborrable en nuestra redacción y que ya está disponible por 154.000 euros.