El RS4 tiene uno de los diseños más acertados que hemos visto en mucho tiempo. Los pasos de rueda están ensanchados, las llantas son de 20 pulgadas y los paragolpes delantero y trasero son de corte superdeportivo. Además tiene dos grandes tubos de escape que emiten un sonido espectacular.

Bajo el capó, el RS4 esconde un v8 con 4,2 litros que rinde una potencia de 450 caballos. Un motor que ofrece lo mejor de si a partir de las 5.000 vueltas, y que sigue estirando hasta las 8,500.

Ahora el coche tiene un comportamiento más equilibrado y en terreno deslizante podemos jugar con la zona posterior. Todo lo contrario de lo que sucedía con los modelos de las anteriores generaciones.

Esto es todo lo que se puede hacer con un Audi cuyo precio es de 87.000 euros.