Diversión a todas horas. Esta es una de las máximas de la que dicen es la ciudad del pecado. Los mejores hoteles, los mejores restaurantes, shows inolvidables...

Todo es posible en Las Vegas y por supuesto, el mundo del motor también está presente. Competiciones americanas como la Nascar y la Indycar no faltan a su cita anual en el circuito oval que está situado a las afueras.

Y allí, los Dragster también tienen su protagonismo. Incluso cuentan con su propia escuela de conducción. El curso apenas dura tres horas y tiene un precio que oscila entre los 300 y los 1.500 euros.

Existen diferentes posibilidades. Conducir varios tipos de Dragster con potencias de 300 a 800 CV, viajar de copiloto con un profesional o pilotar un Camaro SS en la pequeña recta de 300 metros.

La experiencia dura pocos segundos pero cada instante resulta inolvidable. El momento de entrar en el Dragster, el proceso de sentarte y abrochar los cinturones, la preparación en línea de salida...

Y todo queda perfectamente grabado para poder verlo en casa.

Una de las empresas que más actividad desarrolla en este circuito es Pure Speed y después de realizar el curso veréis el automovilismo americano con otros ojos.