La Fórmula 1 con las 24 horas de Le Mans

La Fórmula 1 con las 24 horas de Le Mans
telecinco.es
Compartir

Que la Fórmula 1 mire de reojo a las 24 horas de Le Mans sólo quiere decir una cosa: la carrera francesa vuelve a gozar de una salud magnífica.

El nuevo reglamento técnico abre la puerta a nuevas tecnologías. Pero lo hace de una forma más fácil y clara para fabricantes y espectadores. y buena muestra de la efectividad de este planteamiento es que en 2014, la prueba de resistencia más famosa del mundo ha tenido un éxito arrollador.

Audi, Toyota y Porsche protagonizaron una batalla digna de las mejores épocas de la historia del automovilismo. y si en la actual Fórmula 1 dos horas de carrera resultan, salvo excepciones, aburridas, en Le Mans las 24 horas están llenas de intensidad.

Y este año ni siquiera Ferrari y Fernando Alonso quisieron perderse este acontecimiento y el español fue el encargado de dar el banderazo de salida.

Después de lo visto en las primeras carreras del WEC, Toyota partía como clara favorita a la victoria pero la fiabilidad y una estructura perfectamente engrasada favorecieron a Audi, que logró un increíble doblete con seis de sus pilotos en lo más alto del podio.

Lo curioso de esta carrera es que en Le Mans ganan las marcas y no tanto los pilotos, por lo que, poco a poco, esta competición está recuperando el protagonismo perdido.

En 2014, Porsche regresaba a este escenario y lo hacía con una mecánica de gasolina combinada con un propulsor eléctrico. Además, en sus filas contaba con pilotos como Mark Webber. Sin embargo, los problemas de juventud del coche no tardaron en hacer su aparición.

Al final, Fasler, Lóterer y Tréyuler firmaron una impresionante victoria por delante de sus compañeros Krístensen, Di Grassi y Gené. El español estaba inscrito con otro equipo, pero el accidente de Loic Duval le permitió correr con Audi, equipo del que era piloto reserva.

24 horas de emoción, 24 horas de competición pura. Le Mans desplegó toda su magia la pasada semana y demostró que el automovilismo sigue siendo épica, velocidad y tecnología.