El futuro del renting tras el coronavirus

  • La flexibilidad que ofrece el alquiler a largo plazo puede ser una gran oportunidad en la “nueva normalidad”.

Todo apunta a que la crisis mundial provocada por la pandemia del COVID-19 traerá importantes cambios en la movilidad de la sociedad. Influirán muchos hábitos en estas transformaciones: miedo al contagio, crisis económica, instauración del teletrabajo… Pero en esta llamada “nueva normalidad”, tan comentada a medida que se avanza en la desescalada, ¿qué futuro le espera al renting?

Según recoge la revista Forbes en uno de sus artículos, el alquiler a largo plazo se puede erigir como una de las grandes oportunidades en la etapa postcoronavirus. Sus propias características harían que el renting se colocase en una posición dominante respecto a sus competidores en un nuevo contexto donde los conductores tendrán otras prioridades.

Una de las principales ventajas competitivas del renting, según la prestigiosa revista, será la flexibilidad. Apuntan que este servicio será más valorado a medida que aumente su plasticidad. Es decir, el renting se deberá adaptar cada vez más a su usuario final y amoldarse a las nuevas formas de consumo de los clientes.

“El alquiler a largo plazo deberá aun así reinventarse ofreciendo servicios de suscripción y contratos más simples y flexibles para los usuarios”, indican. Esta flexibilidad será bien valorada tanto por particulares, que buscan huir de grandes desembolsos de dinero, como por pymes y autónomos, que optarán por servicios cada vez más personalizados.

Pero esta no será la única ventaja que tendrá este tipo de adquisición de vehículos en la nueva normalidad. A la anterior, la revista le suma otras como la contribución medioambiental. Creen que este factor influirá más y más en el comprador y el renting pasará a ser visto como una opción sostenible que dispone siempre de vehículos con las más altas tecnologías respetuosas con el medioambiente.