Esta semana os traemos en absoluta primicia para la televisión el nuevo CLS shooting brake de mercedes. Un automóvil que hemos probado a fondo y que representa toda una revolución en el diseño de los coches familiares. Y lo más importante: un modelo que ya está disponible con un precio que arranca en 68.000 euros.
El shooting brake es un CLS convertido en familiar, pero con un claro toque deportivo. La línea del techo tiene un diseño más aerodinámico y además es más largo y ligeramente más alto que el modelo del que deriva. Eso sí, gana en atractivo y aporta un toque de distinción a la gama CLS difícil de igualar.
Pero lo más interesante de este modelo es el aumento de la capacidad de carga, los 520 litros del CLS, se transforman en unos impresionantes 600 en el shooting brake. Y por si esto no fuese suficiente, la boca del maletero es mucho más grande y cómoda, y además, el tapizado que cubre el suelo puede ser de madera o aluminio.
El resto del habitáculo es idéntico al de la gama CLS. Materiales de calidad, buenos acabados, y un diseño muy al estilo Mercedes Benz. Todo un interior de lujo y tecnología en el que destaca la información sobre el estilo de conducción colocada en el cuadro de mandos. El sistema nos examinará continuamente por medio de un porcentaje de economía, con lo que el coche nos ayudará a buscar el mínimo consumo posible.
El motor que monta nuestra unidad era el eficiente pero rápido 350 blue efficiency. Un propulsor que extrae 306 caballos de sus 6 cilindros y 3,5 litros de cubicaje y que es capaz de alcanzar 250 kilómetros hora empleando solo 6,7 segundos en pasar de 0 a 100.
En materia de consumo, el shooting brake se conforma únicamente con 7,4 litros de consumo medio. Una cifra impresionante para un vehículo impulsado por gasolina de casi 5 metros y más de 1.800 kilos de peso.
En materia de comportamiento, el CLS muestra un toque algo más deportivo que la versión convencional. Pero perder por ello ni un ápice de la tradicional comodidad de que hacen gala todos los productos de fabricante alemán.
Así es la última variante de la berlina alemana que quiere ser un coupé. Se llama mercedes CLS shooting brake y os está esperando en vuestro concesionario.