Con la llegada del invierno y las bajadas de las temperaturas, las estaciones de esquí se empiezan a llenar de nieve. Los amantes de esta época invernal van preparados con el material suficiente para soportar las bajas temperaturas y las situaciones de la nieve. Sin embargo, en muchas ocasiones se olvidan de poner a punto una parte esencial en la escapada: su vehículo.
Son muchos los conductores que eligen el coche para realizar su trayecto por la nieve. Un mal mantenimiento o una insuficiente preparación del viaje puede causar diversos problemas debido a las complicaciones de circulación. Por eso, es fundamental conocer algunas claves antes de empezar el trayecto y seguir una serie de recomendaciones.
En primer lugar, es muy importante conocer con antelación las condiciones climáticas a las que nos vamos a enfrentar. En las páginas de la Dirección General de Tráfico se podrán encontrar las carreteras afectadas tanto por hielo como por nieve.
Una vez controlada la anterior situación, es recomendable acudir al taller para realizar una pequeña revisión del vehículo. De esta forma, se podrá controlar cualquier avería del coche. Será especialmente importante revisar el estado de los neumáticos, el estado del aceite, la batería, los frenos, el líquido anticongelante o el limpiaparabrisas.
Pero, sin duda, uno de los aspectos que no se debe olvidar es el uso de cadenas. Es un elemento imprescindible si hay que viajar por una zona nevada. En el mercado podemos encontrar varios tipos de cadenas. Convencionales, de fibra, de cuerda de tela… El usuario debe escoger aquellas que más se ajusten a sus necesidades y que mejor encajen en sus neumáticos. En su caso, se podrá sustituir el uso de cadenas por los neumáticos de invierno.
Por último, es necesario saber que hay que cuidar la colación de los bultos en el maletero. No se deben de llevar objetos sueltos, hay que introducir solo lo imprescindible y sujetar la carga para que no se mueva.