Así fue la final de ‘Gran Hermano 20’ desde dentro: una noche de emociones a flor de piel

Así fue la final de ‘Gran Hermano 20’ desde dentro: una noche de emociones a flor de piel
Los instantes más emotivos del detrás de cámaras de la final de ‘Gran Hermano 20’. Telecinco
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La gran final de 'Gran Hermano 20' no solo se vivió frente a las cámaras. Mientras la audiencia seguía cada sobre y cada pausa publicitaria, detrás se respiraban nervios, emoción y la sensación de estar cerrando una etapa que había marcado a todos los finalistas. La noche fue un carrusel de sentimientos que culminó con Rocío proclamándose ganadora del reality.

La noche arrancó con un momento muy especial que se vivió con ambiente de celebración también entre bambalinas. Raúl, Cristian, Rocío y Aquilino soñaban con escribir su nombre en la historia del programa y llevarse el maletín que aguardaba en plató, custodiado por Juan, ganador de la edición anterior. Su entrada, cargada de energía y acompañada de música y bailarines, convirtió el plató en una auténtica fiesta antes incluso de que comenzaran las expulsiones.

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Una final vivida con nervios y emoción

Desde los primeros minutos, el ambiente en plató ya anticipaba que no sería una final cualquiera. Jorge Javier Vázquez marcaba los tiempos con su habitual solemnidad mientras los finalistas, aún dentro de la casa de Tres Cantos, apuraban sus últimas horas conscientes de que todo estaba a punto de terminar.

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El primer golpe emocional llegó con la expulsión de Raúl como cuarto clasificado. Lejos de la decepción, se mostró tranquilo, orgulloso del camino recorrido y habiendo cumplido un sueño, una sensación que compartían muchos de los presentes tras semanas de convivencia extrema.

Poco después, la tensión dio paso a uno de los momentos más humanos de la noche. Aquilino se despedía de la casa como tercer clasificado y lo hacía dejando una escena que se vivió con especial intensidad también fuera de plano. Los abrazos con Rocío y Cristian, las palabras de cariño y los mensajes de admiración mutua convirtieron su salida en una de las más emotivas de la edición. “Disfrutadlo”, les dijo antes de cruzar la puerta, consciente de que el desenlace ya no dependía de él.

Ya en plató, Aquilino terminó de relajar el ambiente protagonizando un espontáneo baile que arrancó sonrisas y aplausos. Entre bromas y complicidad con Jorge Javier, confesó que había cumplido un sueño que tenía desde niño, dejando claro que su paso por el programa había sido una experiencia transformadora.

Lágrimas, abrazos y un último veredicto

Con Raúl y Aquilino fuera de la carrera, el desenlace quedó reducido a un cara a cara final entre Rocío y Cristian. Dos formas muy distintas de entender el concurso y una tensión que se notaba incluso en los silencios. Tras la despedida definitiva de la casa de Tres Cantos, ambos se situaron en plató, rodeados del equipo y con la mirada fija en el presentador, mientras detrás de cámaras se multiplicaban los gestos de apoyo y los abrazos discretos.

El momento decisivo llegó con la apertura del último sobre. “La audiencia ha decidido…”, anunciaba Jorge Javier antes de pronunciar el nombre de Rocío como ganadora de 'Gran Hermano 20'. La emoción estalló en plató, pero también fuera de foco: lágrimas, incredulidad y un largo abrazo que ponía fin a semanas de encierro, convivencia y aprendizaje.

Así se cerró una final que, más allá del maletín, dejó la sensación de haber vivido una edición intensa y profundamente humana, donde el verdadero desenlace se sintió tanto delante como detrás de las cámaras. Dale play y vívelo en primera persona.