Es el Mini más potente fabricado en serie por la marca británica, ahora propiedad de BMW. Y el coche más deportivo del segmento de automóviles pequeños. Estas son la cartas de presentación del John Cooper Works de 2015.

Este John Cooper Works se ha permitido el lujo de pasar de una mecánica turbo con 1,6 litros de cubicaje a un bloque biturbo de dos litros que rinde 231 CV de potencia.

Esto supone un aumento de potencia de un 10 % con respecto al modelo que sustituye, lo que le permite mejorar sus datos de prestaciones: acelera de 0 a 100 en 6,3 segundos, 2 décimas menos que su antecesor, y alcanza los 246 km/h de velocidad punta.

Unas cifras que van asociadas a una caja manual de seis velocidades ya que en el caso de optar por la transmisión automática Steptronic, como la que montaba nuestra unidad de pruebas, este Mini rebaja el tiempo de aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en dos décimas.

Además de fabricar un modelo muy rápido, los ingenieros se han esforzado en conseguir unos datos de consumo magníficos. A pesar de incorporar un motor tan potente, el consumo medio de carburante de esta versión es de 5,7 l/100 km.

Las novedades también llegan a la estética del nuevo John Cooper Works. Una versión que cuenta con unos nuevos grupos ópticos de tipo led, un faldón específico y nuevas entradas de aire.

Su imagen deportiva y agresiva se completa con unas llantas de 17 pulgadas, un nuevo alerón trasero y una espectacular doble salida del escape que preside la parte trasera.

La deportividad también está muy presente en el interior de este modelo. Un espacio que cuenta con una instrumentación específica, un volante deportivo multifunción y unos nuevos asientos exclusivos de John Cooper Works con reposacabezas integrados.

Un modelo que cuenta con una estética muy cuidada y unas prestaciones que están fuera de toda duda. Así es el Mini John Cooper Works, un deportivo que ya está a la venta desde 31.750 euros.