Ya os hemos hablado muchas veces en este programa de la apuesta ganadora que realizó Mercedes cuando decidió dar un giro completo al diseño de sus coches. Y el automóvil que probamos hoy es un claro ejemplo de esta ruptura con el pasado: el Mercedes CLA.

Nuestra unidad montaba el motor diésel 220 CDI, cambio automático 7G y acabado AMG, es decir, toda una declaración de intenciones.

Esta berlina, que bien podríamos decir que es un CLS en pequeño, mide 4,6 metros de longitud, 1,77 m de ancho y 1,43 m de alto, unas dimensiones que favorecen su carácter deportivo a pesar de tener cuatro puertas. En este sentido, sorprenden además los 470 litros de capacidad del maletero.

El paragolpes tiene unas formas que contribuyen a mejorar la aerodinámica, algo a lo que también ayuda la inclinación de la luna delantera, así como la caída posterior del techo hacia el maletero.

El diseño del interior es tan limpio y fluido como el del exterior. El volante de corte deportivo encaja a la perfección con el estilo del resto de la consola y los asientos, recogen muy bien el cuerpo. Además, el toque AMG se nota en cada rincón del habitáculo.

El CLA que pasó por Más Que Coches GT disponía de un motor diésel con 170 CV de potencia, cambio automático de 7 velocidades con levas en el volante y no tiene palanca como tal, sino un mando situado detrás del volante.

Pero todavía hay más, porque acelera de 0 a 100 en poco más de 8 segundos, alcanza los 220 km/h y firma un gasto medio de combustible de sólo 4,2 l/100 km.

Por supuesto, el nivel de equipamiento de este Mercedes responde a los estándares de la marca y dispone de delicatesen como el Distronic Plus, alerta por cansancio o control de velocidad.

El precio del CLA arranca en 31.500 euros y esta unidad en concreto tiene un precio de 48.000, ya que representa lo máximo en equipamiento, si excluimos la variante AMG y las versiones con tracción total.