¿Renting o leasing? ¿Qué opción conviene más?

  • Ambas son dos formas de disfrutar de un vehículo a través del alquiler a largo plazo, pero con algunas diferencias

Las formas de adquirir un vehículo están evolucionando de manera constante. El renting o el leasing se están posicionando cada vez más como una opción real que ofrece muchas ventajas a los conductores. Estas modalidades son indicadas para todo tipo de empresas, autónomos e incluso a particulares. Quédate, te contamos esto y mucho más en MQC Renting.

Sin embargo, estas formas de disfrutar de un vehículo no son iguales. Existen particularidades que distinguen ambos conceptos y que hay que saber antes de seleccionar una opción u otra.

La principal diferencia reside en que mientras el renting rentingsuele ser un contrato de arrendamiento, el del leasing leasingincluye un derecho a compra. Por lo tanto, el leasing se considera una opción futura de compra y debe de plantearse casi como una forma exclusivamente de financiación del vehículo. A pesar de poder considerarse una forma de financiación, el vehículo no pasa al activo de la empresa o autónomo hasta que no se ejecute la compra.

En resumen, la compañía de leasing, así como la administración y la gestión del mismo, al cliente a cambio de una renta que le da opción de comprar el coche a fin del contrato. La duración mínima legal es de dos años.

Por su parte, el renting. En este caso, la compañía, además de ser la propietaria del vehículo, también ostenta la titularidad del mismo, por lo que es la empresa la que se encarga directamente de la administración del automóvil y de su completa gestión en lo que a burocracia, tasas y mantenimiento se refiere. Además, existen limitaciones legales ya que la duración máxima normal es de 60 meses.

Teniendo en cuenta todos los motivos anteriores, el renting resulta más interesante para particulares y el rentingleasing y empresas. El punto que les une es que ambas opciones proporcionan tanto a empresas, autónomos como profesionales múltiples ventajas fiscales.

A nivel interno y administrativo, la mayor diferencia entre el renting y el leasing se refleja en el balance de la empresa. El leasing se contabiliza en los activos del negocio del cliente y el renting, sin embargo, supone un gasto más del ejercicio con repercusión en la cuenta de resultados.

De tal manera, estas dos modalidades permiten ofrecer a los consumidores contratos y opciones que se ajustan mejor a las necesidades del momento de cada conductor teniendo particularidades que las distinguen.