1. Neumáticos. Durante estos meses, las carreteras y vías por las que circulan los vehículos sufren un deterioro en su estado debido a la humedad y el hielo. Como consecuencia de ello, los neumáticos pierden adherencia. La distancia de frenada desde 50 km/h se multiplica hasta por ocho: en seco es de 8 metros y, con hielo, puede alcanzar 64 metros. Por ello, los neumáticos de invierno se convierten en la mejor alternativa. Además, en algunas zonas y en los puertos de montaña, se exige el uso de cadenas de nieve para garantizar mejor agarre.
2. Sistemas de iluminación. Ver y ser visto es imprescindible. Por eso, es necesario comprobar el funcionamiento de las luces y que se encuentran reguladas correctamente.
3. Parabrisas. Otro elemento al que debemos prestar atención es el parabrisas, pues hay que mantenerlo limpio ya que la suciedad puede impedirnos ver correctamente. Además, si observamos que los limpiaparabrisas no limpian correctamente, debemos cambiarlos pues en esta época se usan mucho más.
4. Líquido refrigerante/anticongelante. Es necesario revisar que tenga una graduación adecuada, pues es uno de los fluidos más importantes en esta época. Consigue mantener la temperatura óptima de funcionamiento en la cámara de combustión.
5. Combustible. Es necesario comprobar con frecuencia el nivel de combustible, puesto que la calefacción va unida a éste.
Con estas recomendaciones, Más Que Coches Renting recuerda que es necesario asegurar el estado óptimo del vehículo, no sólo en invierno, sino en todo momento en pro de la seguridad vial.