Calidad, lujo, excelencia… estas son las palabras que definen a Rolls Royce. Y es que puede que tengamos la percepción de que se trata de un fabricante de automóviles señoriales, de gran tamaño, aparatosos…pero nada más lejos de la realidad, porque basta con observar cualquiera de sus modelos, a pesar de que firman un elevado peso, para darnos cuenta de que son ágiles y con una potencia más que suficiente para desenvolverse en cualquier situación.

Y es que, la tradición deportiva de la marca en el mundo de la competición se remonta a principios del siglo XX. Época en la que triunfaron en multitud de carreras, entre las que hay que destacar la victoria obtenida en el primer Gran Premio de España disputado en 1913, y que precisamente ahora está cumpliendo un siglo.

Lo ganó el Marqués de Salamanca con un Rolls Alpine Eagle de color azul y, en su honor, el nuevo Wraith luce este mismo tono denominado ahora Salamanca Blue.

El motor que posee esta bestia es un V12 biturbo de 6,6 litros que rinde 624 CV. Cifras que le convierten en el coche más potente jamás construido por la fábrica de Goodwood. Y lo hace cargado de tecnología.

Posee un cambio automático de 8 velocidades, que además está asistido por GPS. Se trata de un sofisticado sistema que han desarrollado varios ingenieros procedentes del equipo BMW de Fórmula 1, propietaria de Rolls Royce.

El dispositivo reconoce la situación geográfica del coche y adapta la gestión del motor a la carretera por la que circulamos. Este control se traduce en una suavidad extrema, aunque estemos practicando una conducción deportiva.

El pulso se acelera cuando estás al volante de todo un Rolls Royce, sobre todo, si al arrancar aparece el espíritu del éxtasis, el emblema de la marca que es símbolo de elitismo.

El Wraith acelera de 0 a 100 en sólo 4,6 segundos y alcanza los 250 km/h. Incorpora suspensión neumática y amortiguación regulable desde el interior, e incluye todos los elementos de equipamiento que podáis imaginar.

Conducir una de estas máquinas es algo inolvidable y mucho más si paseas por las calles de Mónaco y tienes la suerte de estar al volante de un Wraith pasando por curvas míticas como Santa Devota, la subida al casino, Loewe o la entrada al túnel. Momentos que son realmente mágicos.

El coche está a la venta en España desde 245.000 euros y en los principales mercados de la marca, Estados Unidos, China, y Gran Bretaña, los pedidos superan ya las expectativas.

Y es que, el placer de conducir es otra cosa cuando se disfruta de un Rolls Royce Wraith.