Y después de alcanzar el Etna...llegó la noche. En la base de Jeep en Sicilia nos esperaban sorpresas como este Wrangler Sunriser firmado por el preparador de la marca: Mopar.

Tuvimos la ocasión de conocerlo en el salón del automóvil de Frankfurt y aquella noche, y como aperitivo, realizamos una pequeña ruta nocturna. Las luces led y el enorme potencial del Wrangler pusieron las cosas muy fáciles.

Pero no sólo pudimos contemplar el Sunriser. A su lado brillaban otros como el Black Revenge, otra versión modificada cuya estampa amenazante resulta abrumadora; y finalmente, el Wrangler Stealth también destacaba junto a otros como el Rubicon o diferentes versiones del Cherokee y el pequeño Renegade.

Al día siguiente, y para calentar motores antes de probar el Mopar, Jeep nos propuso comprobar el funcionamiento de sus sistemas de tracción y lo distintos modos de conducción.

Para eso confeccionaron una ruta por parajes naturales que realizamos a los mandos de un Grand Cherokee. Rocas, ríos, barro y tierra. Fueron algunas de las superficies que atravesamos casi sin despeinarnos.

Para conocer más detalles del prometedor futuro de Jeep, Más que coches GT entrevistó a Steve Zanlungui, máximo responsable de la marca en Europa, África y Oriente Medio.

A continuación llegó el plato fuerte de la jornada. Todavía se trata de un prototipo, pero nosotros tuvimos la oportunidad de conducirlo. Teníamos muchas ganas después de verlo por primera vez en Frankfurt.

Como podéis ver, este Wrangler Sunriser está sobre elevado 10 centímetros más que las variantes convencionales, las puertas son especiales, tiene llantas especificas y un motor diésel de 2,8 litros que rinde 160 CV de potencia. Su color naranja es exclusivo y su precio podría rondar los 55.000 euros.

El interior continúa con el tono naranja del exterior y en sus asientos, amplios y cómodos, destaca la inscripción Rubicon.

Pero no sólo los todoterreno coparon nuestro tiempo en Sicilia. En la isla italiana Jeep demostró que sus coches también pueden brillar en carretera. Y lo hicieron de esta manera, alcanzando los 257 km/h en un pequeño aeródromo. Lo pudimos comprobar muy de cera...

Así fueron tres jornadas inolvidables en Italia, un lugar que por sorprendente que sea, empieza a rendir pleitesía a esta marca de la que ahora es propietaria el grupo Fiat.