Mohammed, el 'influencer' de San Fernando: de dormir en la calle a dar empleo a los vecinos en sus cuatro bazares

Mohammed llegó a España con 19 años sin más equipaje que el sueño de un futuro mejor. “No tenía nada que perder”, reconoce a NIUS. Tras una arriesgada travesía desde Marruecos, de la que prefiere no hablar, conseguía reunirse con su hermano en Sevilla. Comenzaba así un periplo de trabajos y destinos para ganarse el pan. “Los primeros días los pasé tirado en la calle”, recuerda.

Ahora, a sus casi 38 años, tiene 4 bazares y da empleo a los vecinos del que ya es su hogar, la localidad gaditana de San Fernando. “Aquí me siento en casa”, nos dice. No es para menos. Es abrir la persiana del negocio y notar el cariño de la que es ya su familia. “Me tratan como a un hijo. Hay clientas que me traen el café por la mañana y las galletas, me dicen guapo ¿qué más puedo pedir?”, se pregunta.

Empezó con un local y, junto a su hermano, ya tienen cuatro con una plantilla que ronda las 20 personas, dependiendo de la temporada. “Me siento muy orgulloso de poder dar empleo al que lo necesita”, apunta. Como Juana, la contrató hace cinco años, lo dejó porque le salió algo mejor y ahora ha vuelto con Mohammed. “Siempre les digo que aquí tienen su casa para cuando lo necesiten”, insiste.

Es su forma de agradecer la buena acogida en el pueblo y se enorgullece del “arte vendiendo” de todos sus empleados. “Me dicen que tienen un buen maestro. Yo no tengo estudios, solo fui 5 años al colegio pero se me da bien”, reconoce. “Entra un cliente a por un producto y, de un vistazo, ya se qué otros más les puedo ofrecer porque los necesita”, explica.

40.000 seguidores en Tiktok por sus vídeos

Mohammed no solo es conocido en su pueblo, también en los de alrededor. “Viene mucha gente de fuera. Al final, lo que funciona es el boca a boca, la mejor red social que hay”, asegura. Y él es un auténtico influencer. Desde hace tres meses, presenta sus productos en Tiktok y su cuenta está siendo un éxito con casi 40 mil seguidores. “Cada día, mil más”, asegura.

Lo mismo te vende una luz de emergencia para el coche, que un sacacorchos eléctrico o una cinta linterna para la cabeza. Si se trata de publicitar ropa, Mohammed no duda en probársela y mostrar cómo combina con otras de las prendas que tiene en su bazar. “Este chaquetón me encanta, bien abrigadito y se ilumina por la noche. Una chulada”, dice. Sus clientes y empleados, también participan en sus vídeos.

La clave, asegura, ponerle gracia. “Para que funcionen en Tiktok tienen que llamar la atención”. Y de eso a él le sobra porque este marroquí parece, como le dicen en el pueblo, “de Cadi, Cadi”. Él asegura que le sale de forma natural. “No me cuesta nada hacerlo. Cojo un producto en la mano, me pongo delante del móvil y lo grabo. Ni borro nada, ni lo edito”, nos cuenta. Porque, al final, lo importante, “más que el producto, es la forma de venderlo”, apunta.

La de Mohammed es una historia de superación. Veinte años después, ha conseguido hacer realidad su sueño de ganarse la vida en España y sentirse como en casa. Con su esfuerzo, trabajo y sacrificio ha conseguido cambiar el destino de ese niño que se crio en Marruecos sin luz y llegó a España sin nada.