Desaparecidos

Habla el padre de Antonio David, el niño de Morón, cuatro años después de su desaparición: “La madre dejó morir a mi hijo para hacerme daño a mí”

La familia paterna de Antonio David atiende a los medios de comunicación en el cuarto aniversario de su desaparición
La familia paterna de Antonio David atiende a los medios de comunicación en el cuarto aniversario de su desaparición. Redacción
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SevillaEl dolor sigue siendo el mismo. La esperanza ya es nula. Pero las fuerzas por defender a su hijo no han dejado de crecer. Cuatro años después de la desaparición de Antonio David Barroso Díaz, el niño de 15 años con discapacidad de Morón de la Frontera (Sevilla), su padre Antonio y su abuela María siguen viviendo con la angustia de no saber qué ocurrió realmente con él.

La versión de la madre, Macarena Díaz, apunta a que dejó los restos del menor en un contenedor en Madrid. Sin embargo, para la familia esa hipótesis es inverosímil: “estoy seguro de que no lo tiró a un contenedor, porque sería imposible que entonces pudiera seguir viviendo con tanta tranquilidad. Yo no podría”, asegura Antonio.

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El padre del menor cree que detrás de la desaparición hay una voluntad deliberada de hacerle daño: “La madre dejó morir a mi hijo para hacerme daño a mí”. Una idea que lo atormenta desde hace cuatro años y que refuerza con otra sospecha: “creo que con la ayuda de alguien lo enterró para que su cuerpo nunca nos diera información sobre su muerte”.

Diagnostican trastorno bipolar a la acusada

Para Antonio, lo más duro es pensar que pudo haberse hecho cargo de su hijo: “yo podía haberme hecho cargo de él, pero desconocía la enfermedad de ella”, lamenta. Ese trastorno bipolar que le puede librar de la cárcel, ya que la Fiscalía habla de homicidio imprudente.

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Es por eso que la familia arrastra una constante sensación de abandono: “nos sentimos olvidados. ¿Quién defiende a Antonio David?”. Solo la acusación particular pide que se le condene por homicidio doloso, pero el panorama pinta complicado. Es aquí donde la rabia se rabia se multiplica, porque creen que “la justicia solo la defiende a ella, pero, ¿Y mi hijo? ¿Quién lo busca? ¿Quién lo recuerda?”.

Cuatro años después, la familia de Antonio David clama por respuestas y por un cuerpo que aún no ha sido encontrado.