Un joven sevillano denuncia que no le dejaron entrar en una discoteca por su discapacidad física: “‘Me dijeron que iba drogado"
Alberto, un estudiante sevillano con discapacidad, denuncia que los porteros de una discoteca le negaron la entrada al confundir su movilidad con embriaguez
El joven grabó un vídeo en TikTok para visibilizar la discriminación sufrida y alertar sobre la importancia de respetar a las personas con discapacidad en espacios públicos
SevillaAlberto, un estudiante de Periodismo de 20 años, vivió la pasada semana una de sus peores experiencias debido a su discapacidad. "Con todo lo que he pasado en la vida, es muy triste querer salir a pasarlo bien y que te hagan sentir tan mal", relata este sevillano que sufre una enfermedad que afecta a la movilidad de su brazo y de su pierna izquierda. Todo porque la semana pasada quiso entrar con sus amigos en una conocida discoteca de la capital, pero no le dejaron: "me dijeron que iba borracho y drogado".
Su denuncia se ha hecho viral en TikTok, donde ha publicado un video en el que explica la situación a la que tuvo que enfrentarse. Más de 85.000 personas han escuchado su testimonio, por el que ha recibido el cariño y apoyo de miles de personas en forma de comentarios.
Según relata en su vídeo, todo ocurrió en la madrugada del jueves al viernes, cuando al mostrar su DNI en la puerta, uno de los porteros le impidió el acceso alegando que iba “demasiado bebido”. Alberto trató de explicar que su forma de andar se debe a la discapacidad que padece en la pierna, pero según dice, no le creyeron. Tras varios intentos, incluso con la mediación de otro portero que inicialmente le iba a permitir entrar, le volvieron a negar el acceso. “Me dijeron que tenía los ojos rojos y que parecía drogado, y yo insistía que no era así", cuenta.
Durante más de dos horas permaneció esperando a las puertas del local, mientras parte de sus amigos ya habían accedido al interior. En ese tiempo, asegura que sufrió un ataque de ansiedad y que los trabajadores se burlaron de él. “Me puse a llorar mientras ellos se reían. Incluso me imitaban”, recuerda con dolor. Fue entonces cuando llamó a su madre, que acudió al lugar. La actitud del personal cambió, aunque, según su versión, siguieron insinuando que estaba bajo los efectos del alcohol o de las drogas.
"Que nadie tenga que pasar por situaciones como esta"
Lejos de quedar ahí, Alberto denuncia que tras difundir su testimonio en redes sociales algunos trabajadores del local han mantenido esa versión, acusándole de buscar notoriedad. “No es verdad. Lo que pretendo es que esto no ocurra y que nadie tenga que pasar por situaciones como estas”, explica.
El joven insiste en que su intención no es señalar ni señalarse, sino generar conciencia para que nadie más tenga que atravesar experiencias similares. “Menos mal que la mayor parte de la gente es buena y que pasa pocas veces, pero hay que intentar que no pase nunca”, concluye.