El asesino confeso de Pioz se enfrenta a prisión permanente revisable
El asesino confeso de Pioz, brasileño, 19 años entonces, regresaba de Brasil para ser detenido en España. Su familia le recomendó entregarse porque las pruebas eran incontestables; las huellas y el ADN que dejó al descuartizar los cuerpos de su tíos y matar a sus dos primos de 4 y casi 2 años. Ante los agentes lo explicó así: “Nos dice que no está loco pero sintió unas ganas irrefrenables de matar”. Lo contaba el comandante Reina de la UCO, en la rueda de prensa para explicar los detalles de la investigación. En ese momento no se desvelaron los más escabrosos porque no eran ni necesarios para comprender la atrocidad que había cometido el joven asesino. Patrick fue llevado al terrible escenario del crimen, este chalet alquilado por la familia. Allí reconstruyó los asesinatos con ciertas lagunas. En medio de la cocina aun manchada del luminol para encontrar sangre intentaba recordar son titubeos. El juez con mucha paciencia se lo llevaba a su terreno. Patrick no parecía en ese momento un asesino despiadado. Pero los datos del sumario son impactantes. Tras matar a su tía y a sus dos primos esperó a su tío que volvería tarde de trabajar. Se duchó, durmió, y chateo con un amigo brasileño, comentando sádicamente los terribles asesinatos. Nunca regresó a por las bolsas de basura en las que metió los cadáveres, y el olor sacaría a la luz el inquietante hallazgo. Patrick huyó de España al ver la noticia. Le piden prisión permanente revisable. El informe forense sentencia: Es incapaz de sentir, insensible, mentiroso, compulsivo, egocéntrico, violento, no está arrepentido… Un psicópata con alta reincidencia. Comienza el juicio en la Audiencia de Guadalajara. Primero se conformará el jurado popular compuesto por nueve ciudadanos y arrancará el juicio con su declaración.