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Barcelona dedicará una calle a Copito de Nieve, el primate que murió hace 20 años en el Zoo de Barcelona, donde llegó a convertirse en una estrella al ser el único gorila albino.
El pasado 24 de noviembre se cumplieron dos décadas del fallecimiento del entrañable gorila, que fue recordado por el mundo entero y que marcó a muchas generaciones de barceloneses.
Un recuerdo que se materializará con la propuesta de dedicar una calle y buscar una ubicación en Barcelona para colocar una estatua en honor a Copito de Nieve.
Los grupos del consistorio catalán votaron el pasado martes a favor de la propuesta presentada por el PP en la Comisión de Derechos Sociales.
De este modo, la Ponencia del Nomenclátor, formada por miembros del ejecutivo municipal y profesionales de varios ámbitos, tendrá que decidir la ubicación de la calle dedicada al primate.
"Ha tenido un papel relevante en la historia de la ciudad, así como en el ámbito de la ciencia y la investigación de Barcelona", defendió Daniel Sirera, líder del grupo popular en el Ayuntamiento de Barcelona.
Sus inicios se remontan en Guinea Ecuatorial en 1966, cuando un grupo de agricultores mató a una hembra de gorila que se comía sus cultivos de plátanos café. Tras el suceso, encontraron una cría de gorila totalmente blanca que estaba agarrada con fuerza al cuerpo de su madre.
El gorila acabó en manos de un indígena de una tribu. Sin embargo, a los cuatro días le ofreció el primate a Jordi Sabater Pi, especialista catalán en etología, que se hizo cargo del animal y al mes fue enviado al Zoo de Barcelona.
Copito de Nieve estuvo viviendo los once primeros meses en Barcelona en un piso del Eixample con un veterinario del Zoo. Durante ese tiempo, llegó a irse de vacaciones con la familia a al Montseny y a Menorca.
Una vez asentado en el Zoo de Barcelona, el primate se convirtió en un emblema de la ciudad tras 36 años en la capital catalana, donde tuvo 21 hijos con tres hembras diferentes.
Finalmente, Copito de Nieve murió en 2003 debido a una afección grave de la piel. Una pérdida que 20 años después no ha quedado en el olvido y que los barceloneses mantienen en su memoria.
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