Barcelona pone en marcha 402 refugios climáticos este verano para combatir las altas temperaturas

Cartel de refugio climático
Ayuntamiento de Barcelona. Ayuntamiento de Barcelona
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Con la llegada del verano, la ciudad de Barcelona y los municipios del área metropolitana ponen a disposición de la ciudadanía refugios climáticos para combatir las altas temperaturas. Estos espacios, que son tanto equipamientos públicos como también parques o piscinas municipales, se ofrecen sobre todo a los colectivos más vulnerables a los efectos del calor, como personas mayores, niños, mujeres embarazadas o enfermos crónicos.

Barcelona cuenta con un total de 402 refugios climáticos, 46 más que el pasado año, repartidos en todos los barrios de la ciudad. En el resto de municipios que rodean a la capital catalana y que forman parte de la llamada red metropolitana de refugios climáticos (XMRC), que dan cobertura a 1,2 millones de personas, este verano habrá 244 refugios climáticos.

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Refugios en todos los distritos de la ciudad

Todos los barrios de la ciudad tienen algún refugio climático, y una de las novedades de este año es que gran parte de estos espacios también abrirán en agosto, priorizando aquellos que se encuentran en los barrios más vulnerables a las altas temperaturas. Los requisitos indispensables que deben cumplir estos espacios son tener buena accesibilidad, agua y sillas o bancos para sentarse. Son gratuitos, excepto las piscinas, que tienen precios públicos con las correspondientes ayudas.

También se incluyen como refugios climáticos espacios de titularidad privada como centros comerciales, centros de culto, entidades culturales o los llamados 'microrefugios', como los comercios. Además, se desplegarán personas informadoras para dar a conocer, sobre todo a las personas mayores, los refugios climáticos que tienen en su barrio. Según el Ayuntamiento de Barcelona, más del 90% de los barceloneses tendrá un refugio climático a menos de 10 minutos andando desde casa.

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Esta medida forma parte del Plan Clima, que establece una serie de actuaciones para adaptar la ciudad a los efectos negativos del cambio climático, especialmente al calor, que se presenta cada vez con mayor intensidad, con noches que alcanzan temperaturas muy altas que tienen una afectación negativa directa en la salud de la ciudadanía.

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