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Lanzan boyas a la deriva en Roses, Girona, para entender las corrientes marinas en el Mediterráneo

El Departamento de Agricultura, mediante el ICATMAR, ha llevado a cabo el lanzamiento de varias boyas de deriva mar adentro frente al golfo de Roses
El Departamento de Agricultura, mediante el ICATMAR, ha llevado a cabo el lanzamiento de varias boyas de deriva mar adentro frente al golfo de Roses. Generalitat de Catalunya
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GironaEl golfo de Roses, en Girona, se ha convertido en el escenario del primer lanzamiento de boyas a la deriva para entender las corrientes marinas en el Mediterráneo, con el objetivo de crear una red de monitorización ambiental y físico a lo largo de toda la costa catalana.

El programa de boyas a la deriva permitirá calibrar los datos de los radares para ajustar modelos de corrientes de alta resolución, que permitirán crear servicios orientados a la predicción de la abundancia y distribución de los stocks pesqueros, la gestión de episodios de contaminación marina, el salvamento marítimo o la gestión y protección costeras.

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Éste es el primer experimento para validar las redes de observación existentes y se centrará en analizar las corrientes en el norte del litoral catalán, a lo largo de la plataforma continental, en condiciones de verano. De este modo, la previsión es seguir los lanzamientos de boyas de deriva en el resto del litoral durante los próximos dos años.

¿Qué es una boya a la deriva?

Una boya a la deriva es un dispositivo flotante que se desplaza con las corrientes marinas, que está equipada con GPS y con sensores para medir la temperatura y la salinidad, entre otros parámetros. Algunos modelos permiten medir estos parámetros o el movimiento del agua a diferentes profundidades para obtener información de la columna de agua.

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En el golfo de Roses se desplegarán cuatro flotadores para medir las corrientes superficiales hasta uno o dos metros de profundidad; cuatro boyas para medir las corrientes subsuperficiales y la temperatura del agua, y un perfilador, que forma parte de un programa internacional para realizar perfiles verticales de forma autónoma de la temperatura, la salinidad y la presión, hasta unos 2.000 metros de profundidad.