La locura por los Labubu continúa: cuatro horas de espera para hacerse con los codiciados muñecos en la nueva tienda de Barcelona
La tienda Pop Mart ya ha abierto en la calle Portal de l’Àngel de Barcelona, y cientos de personas se han desplazado para comprar las figuras del momento
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Ya ha abierto la nueva y esperada tienda Labubu en Barcelona, en concreto, en Portal de l’Àngel, donde filas kilométricas colapsaban las calles del barrio de la capital catalana incluso horas antes de su apertura para hacerse con uno de los muñecos más sonados en todo el mundo. Así informan R. González y C. Lacambra en el vídeo.
Hasta cuatro horas de cola para hacerse con un ejemplar de las figuras más codiciados del momento, dejando claro que los Labubu continúan desatando la locura, que ahora ha llegado a Barcelona con su tienda Pop Mart.
Con sus ojos saltones, sus orejas puntiagudas, dientes afilados y atuendos diversos, han cautivado a los usuarios de las redes, convirtiéndose en sensación y en todo un fenómeno entre niños y adultos.
Si a estas alturas aún no han oído hablar de ellos, puede que vivan en otro planeta, pero si están familiarizados con ellos, seguramente ya sean un imprescindible en su colección de accesorios, portándolo como si se tratase de un charm en su teléfono móvil o incluso colgado del bolso.
Fiebre por los Labubu
"Tengo unos 10", nos cuentan a Informativos Telecinco desde las inmediaciones de la tienda ubicada en Barcelona. "Basta ver las colas que se forman a diario para comprarlos. Al ser figuras más ilimitadas es normal que pasen estas cosas, como si fueras a un concierto de un artista que te encanta, pues esto es lo mismo", aseveran.
Un objeto de colección que se adquiere por un precio que oscila los 12 y 240 euros. Cada uno viene dentro de cajas sorpresas. Los vídeos han inundado las redes sociales e incluso celebrities como Dua Lipa, Rihanna, Rosé y hasta David Beckham han propagado aún más esta fiebre.
Creado por un artista hongkonés, el Labubu está convirtiendo en oro a la empresa china que lo comercializa. Solo el año pasado sus ventas superaron los 364 millones de euros y ahora, el Gobierno del gigante asiático persigue ya las falsificaciones.
