Los orangutanes, como la mayoría de los primates que sobreviven en la actualidad, se encuentran en peligro de extinción. Uno de los lugares del mundo donde más se pueden visitar es en el zoológico de Guadalajara, México, donde se lleva a cabo un programa de conservación de la especie. Allí han nacido dos crías que no se separan de su madre, que han llegado como una bendición al parque.
Jandi y Mei-sha son las dos nuevas crías de una de las dos hembras del Zoológico de Guadalajara, que acaba de estrenar un nuevo espacio mejorado y ampliado para los primates llamado Kalimantán, coincidiendo con los nacimientos, con torres enormes para trepar conectadas con sogas y áreas de descanso a la sombra donde los orangutanes encuentran la intimidad que necesitan.
La destrucción del hábitat natural ha llevado a los orangutanes casi a la extinción en el mundo. En los próximos 20 o 25 años, de hecho, probablemente quede muy poco de ese hábitat en el sureste de Asia, donde el cultivo de aceite de palma está arrasando los bosques.
En dos décadas, por tanto, la única esperanza para esta especie podrían ser los parques donde se llevan a cabo programas de conservación como el de Guadalajara, donde los primates crecen en cautividad, lejos de los peligros de la deforestación y los cazadores furtivos.